Muy simple, por un lado, cuando accedemos a los registros simplemente para
ver que tienen para decirme, pero sin una intención clara, nuestra energía
es tan vaga como nuestras intenciones, por lo tanto el canal no es lo
suficientemente claro como para poder hacer una buena interpretación y
contacto con esta energía del plano de asistencia, o con nuestro ser
interior.
Por otro lado, al confeccionar las preguntas, ocurre algo sumamente
importante en la persona que es la INTROSPECCIÓN, un viaje de conocimiento
interior que nos permite hacer un freno en nuestra vida, quitar el piloto
automático y tratar de saber dónde estamos parados y qué cosas nos están
ocurriendo en nuestra vida cotidiana.
Esto en principio genera que la persona
REGISTRE su estado, que haga un
pequeño análisis de su situación, de su desarrollo, de su vida. Cuando esto
ocurre, estamos dando el primer paso, generar CONCIENCIA sobre nosotros
mismos, y así saber qué es lo que queremos saber y trabajar de manera
más urgente, para luego dar el siguiente paso en nuestro bienestar.
El facilitador de
Registros Akáshicos puede ofrecer una lista de las
preguntas que generalmente se suelen hacer, para facilitar y despertar el
interés hacia planos trascendentes, que probablemente esta persona quizás no
había reconocido, pero simplemente para guiar a éste ser en este camino de
conocimiento interior.
También es importante durante la lectura ayudarlo a reconfeccionar las
preguntas, para que las respuestas no seas exclusivamente si o no, sino con
un fundamento más profundo que le ayude a reconocer situaciones, patrones y
diversos aspectos que salgan a la luz durante la apertura de los registros y
así poder relacionarlos con su actualidad.
Quizás el hecho de la persona no saber preguntar por inexperiencia respecto
de esta técnica y el poco interés del facilitador en asistir esta falencia,
deriva en que la lectura sea pobre. Solamente toma conciencia que cada
lectura es una experiencia y una oportunidad única para que ese Ser pueda
clarificar su panorama, mejorar su vida y así proyectarse hacia la
consecución de sus deseos espirituales más elevados.
Es tan sólo una cuestión de actitud. Distinto es que la persona no pregunte
conscientemente algo por no ser su momento de advertir o registrar
determinadas cosas de su persona, y el facilitador se encarga de hacerlo por
sus propíos medios. Seguramente allí estamos violando su intimidad y su
libre arbitrio. Fuente
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